lunes, 12 de julio de 2010

Fallece Don Antonio Leaño Álvarez del Castillo.

Fundador y 1er. Comandante Antonio Leaño. Hay un hueco en mi escuadra....

Ayer sábado 3 de julio por la noche a los 94 años de edad, dejó de palpitar el noble corazón de don Antonio Leaño Álvarez del Castillo, fundador y Primer Comandante del Pentathlón Deportivo MIlitar Universitario Zona Jalisco en 1939.

Fundador además junto a Carlos Cuesta Gallardo y Ángel Leaño, su hermano, también pentathleta, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, la primera universidad privada de México.

Integrante del círculo de universitarios que en 1938 fundaron en el Distrito Federal el Pentathlón: Jorge Jiménez Cantú, José Luis Curiel Banfield, Ginés Navarro Díaz de León, Armando Govea Álvarez de Castillo, Fued Masi y otros, una falange de extraordinarios mexicanos, entonces unos jovencitos.

Influenciados por un profundo nacionalismo y por el pensamiento de intelectuales de la talla de José Vasconcelos, Samuel Ramos , Rubén Salazar Mayén y Osvaldo Robles diseñan una Ideología Perene y una organización juvenil basada en la disciplina militar voluntariamente aceptada, la disciplina deportiva y la formación cívica.

En marzo de éste año el Mando Nacional del Pentathlón le concedió la Medalla de Oro por su mérito al haber fundado la zona Jalisco del Pentathlón.

En 1939, concretamente el 17 de agosto Antonio Leaño funda el Penta en la zona Jalisco acompañado por su hermano el desaparecido dr. Ángel Leaño, Roberto y Luis Franco Ruiz, Benjamín Ron Monroy, Miguel Sotomayor Reyes y Fernando J. Valencia Guzmán.

Esta institución que tanto amó Don Antonio Leaño, ha perseverado por más de 70 años forjando el carácter de los jóvenes mediante la educación cívica y las disciplinas militares y deportivas.

Durante las exequias una valla de cadetes de Infantería y del Arma de Caballería de la zona Jalisco y la presencia siempre marcial de la Escolta de la Bandera Nacional así como del Corneta de Órdenes en elegantes uniformes de Gran Gala, pusieron el toque bizarro a las honras fúnebres entondando un largo y sostenido toque de Silenciio que a todos nos anudó la garganta.

Desde muy temprano los pentathletas sobre todo del Arma de Caballería en uniforme de Gala se dieron cita en la explanada de la Rectoría de la UAG, bajo la tenue lluvia, durante ése día gris, para formar la Valla de Honor esperándo el féretro que contenía los restos de Don Antonio a quién se veló bajo la mirada dulce de Cristo, Rey en la Cruz.

Un bello caballo prieto pura sangre, desmontado en señal de duelo, era el símbolo de la Autoridad y el honor de a quien se acompañaba y se despedía. Del Jefe que ya no está...

Los oficiales de Caballería cargaron ceremonialmente el ataúd desde la carroza fúnebre hasta el auditorio de la Rectoría donde se veló su cadáver.

Durante las exequias a las que asistieron entre otras personalidades el Gobernador del Estado, los pentathletas montaron y coordinaron las guardias de honor junto al cuerpo de quien fuera el líder indiscutible, inspirador, impulsor del deporte, universitario, emprendedor, padre de familia y fundador del Pentathlón.

Ya está allá Don Antonio, junto a los luceros, haciendo su guardia eterna bajo las estrellas...codo con codo con los héroes y mártires de la libertad, con su hermano Ángel, con Carlos Cuesta...ya ocupa piadosamente pensando, su lugar a la Diestra del Padre.


Arturo Ortega.


Patria honor fuerza.

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